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Es necesario definir el packaging como elemento clave en la propuesta de valor y diferenciación del food retailer. Estos últimos años, los consumidores presionan y demandan embalajes y materiales más respetuosos con el medioambiente (o, como mínimo, por aquello que creen que es más sostenible). A continuación, descubrimos por qué el food packaging es tan importante para el Gran Consumo.

¿Qué es el food packaging?

El food packaging es lo que se conoce como envase de alimentos. Hace referencia a todos los elementos que contienen productos alimenticios. El envasado de alimentos es un sistema diseñado específicamente para el sector y representa uno de los aspectos más importantes dentro de los procesos involucrados en la industria alimentaria, ya que brinda protección contra alteraciones químicas, biológicas y/o físicas durante su almacenaje, distribución y venta.

Función del packaging en el sector retail

El envase para alimentos es igual que una carta de presentación: tiene que captar la atención del cliente, además de ofrecer todos los beneficios de conservación y protección del alimento que contiene.

Según el informe “Economía circular y packaging: elementos clave para el food retail”, el envase aporta valor estratégico. La presentación de un producto en el lineal es uno de los elementos que más identifica al retailer y que más impacto genera en la decisión de compra. Por lo que la funcionalidad del packaging es crítica. Si a esto añadimos que, en gran medida, el envase también determina la repetición de compra, tenemos todavía más argumentos para explotar este elemento como dinamizador en nuestro negocio.  

El segundo objetivo – más a largo plazo -, está relacionado con la oportunidad latente de plantear de forma sostenible (también económicamente) un cambio de modelo en el retail. Además de incentivar la aplicación de esta circularidad sobre el modelo actual, en el que existe un margen de maniobra limitado, el gran desafío es dibujar modelos de negocios circulares con packagings flexibles que permitan más libertad.

Estos modelos deberán responder y a la vez empujar a los retailers a relacionarse de forma diferente con el consumidor, construyendo nuevas vías y formas de acceso a los productos. Se trata, en resumidas cuentas, en empezar a pensar en cómo deben ser las tiendas del futuro.

el food packaging es un elemento diferenciador en el retail

Nexo entre economía circular y food packaging

El concepto de economía circular es bien conocido desde hace años como un modelo de producción y consumo que persigue extender el ciclo de vida de los productos. Pero en esta situación actual, marcada por la diferenciación, vemos una ventana de oportunidad para que los diferentes actores creen dinámicas más sostenibles alrededor del packaging.

En la definición y puesta en marcha de dichas acciones, es imprescindible tener en cuenta algunos factores. Como la identificación de la mejor área de intervención para desarrollar modelos de economía circular a través del packaging.

De forma generalizada, el consumidor entiende que un envase ecológico es aquel que está fabricado con materias primas sostenibles, huyendo del uso de materiales plásticos. Pero lo cierto es que no todos los envases son aptos para cumplir con las necesidades requeridas, ni cualquier alimento puede ser envasado en cualquier envoltorio. Así, es necesario prestar atención a otras alternativas como, por ejemplo:

  • Definir el packaging pensando en un uso prolongado y reutilizado del mismo.
  • Trabajar el packaging maximizando su capacidad de reciclaje y manteniendo el valor del material.
Papel del food packaging en el sector retail

Las tres opciones son válidas y aportan distintos beneficios e impactos medioambientales. Su elección y ejecución irán acompañados de diferentes estrategias y formas de actuación, desde el encaje de modelo de negocio hasta el análisis y observación de los actores que intervienen en el proceso.

Eficiencia en el back-office y valor en el front-office

Uno de los elementos más identificables de la operativa de un food retailer es la búsqueda de eficiencia total en todos los procesos y etapas de su back-office. Todo aquello que sucede hasta que el producto está en el lineal está permanentemente medido, evaluado y mejorado. De hecho, la incidencia de estos procesos en los resultados de cualquier actor es muy elevada. Por ejemplo, la gestión de embalajes secundarios y terciarios es altamente eficiente en las operaciones de la mayoría de cadenas.  

Una de las mayores oportunidades de negocio se encuentra en la activación de modelos circulares que tengan un impacto directo en el consumidor. La propia evolución de las leyes que obligan a un nivel determinado de sostenibilidad hará que en un tiempo reducido todos los retailers se adapten y nivelen los esfuerzos, llevando a un escenario en el que no habrá diferenciación en políticas de sostenibilidad.

Sabiendo que el desafío es complejo, existen una serie de argumentos que invitan a plantearse seriamente el desarrollo de un food packaging más sostenible que beneficie de forma directa al consumidor.

Envases para targets líquidos que se expanden sin límites

Actualmente no hay límites que marquen y definan tanto a los shoppers. El cliente, cada vez más, es heterogéneo. Sin fronteras generacionales o culturales que limitan y reprimen el consumo de determinados productos. Éste, se mueve entre macro tendencias de mercado y decide libremente qué comprar. E inconscientemente, se deja llevar por un packaging inspirado en su estilo de vida. Que le ofrece una gran experiencia de consumo y despierta sus cinco sentidos.

El food packaging es un pronosticador de tendencias de consumo. Un eje de conexión entre shopper y brand, que te permite conocer al consumidor y mantenerte a la vanguardia, con una visión inigualable de la forma en que pensará, sentirá y se comportará en los próximos años.

Es momento de imaginar cómo puedes mejorar tu envase para alimentos y conectar con las expectativas finales de tus clientes.

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